ENVEJECER ACTIVO Y CON LA CABEZA LLENA DE PROYECTOS
21-5-25
Ana Victoria
García Pérez, más conocida como Vickiana y Olga Francia Elena Lara Soto,
conocida artísticamente como Olga Lara, son dos grandes artistas dominicanas
que brillaron en el firmamento artístico nacional, cada una con un estilo muy
característico.
Durante su época
de apogeo, sostuvieron, si se quiere, un épico debate, aunque debemos admitir,
que ese susodicho debate no era más que una estrategia mediática, para sacar
provecho a la gran simpatía que generaba cada una, con tal intensidad que, si
en su momento hubiesen existido “las redes sociales”, aún estuvieran “pegadas”
en el gusto popular.
Vickiana, con
un estilo agresivo y sensual destilaba erotismo hasta por los poros, mientras
Olga Lara era una artista con un estilo más bien sutil, con cierto aire de
“mosquita muerta.”
De manera personal,
artísticamente las disfruté a ambas, pues, aún con sus estilos tan diferentes,
pienso que ambas fueron excelentes exponentes de su arte, solo que la “Vicky”
se le había adelantado al tiempo, creo que en este país no ha existido otra
artista que se atreviera a mostrarse tan voluptuosa, tanto, que hasta llegó a
convertirse en un “sex symbol.”
No tengo
conocimiento de cuan activa esté Vickiana actualmente, hace mucho que no me la encuentro
actuando en ningún programa de televisión, tampoco sé si está realizando presentaciones
en vivo, pero, en el caso de Olga Lara, tuve el gran placer de enterarme de
todas las actividades en las cuales está involucrada, y confieso que me
cautivaron.
Esta estrella
se dedica a la psicología, ofrece talleres y conferencias en los cuales aborda
temas relacionados con esta profesión, y a la vez, utiliza la música como
herramienta terapéutica, además de todo esto, realiza labores voluntarias en
hogares de niños y jóvenes.
En una entrevista
que ofreció a Jochy Santos, compartió informaciones sobre la gran cantidad de
composiciones, de ritmos modernos, que tiene en carpeta, y, cuando el señor Santos
le preguntó por qué razón no las grababa, ella, con mucha gracia, dijo “ya soy una
señora mayor”.
Tal y como he afirmado
en algunas ocasiones, ella está “Joven para morirse, pero vieja para hacer la
primera comunión”.
Algunas de las
actividades que realizamos en nuestro diario vivir, se podría decir que caducan
con los años, y es positivo, así como engrandecedor, aceptar la llegada de los
años con actividades positivas, que nos ayuden a mantener activo nuestro
cerebro.
En lo personal,
me siento sumamente identificada con Olga Lara, y agradecida de haber tenido a
mi lado, cuando estaba activa trabajando, a alguien a quien yo le daba mis
artículos para corregir, y me motivó para que los publicara.
En el presente,
con muchos años encima, puedo afirmar, con mucha propiedad, que estoy pensionada,
pero no de la vida.
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